15 de marzo, el día escogido para
empezar la venta del Nokia X, el primer móvil con Android de la compañía
finlandesa.
El precio es de 100 euros, fijado
por Nokia en la presentación en el MWC de Barcelona para este móvil inteligente
que pretende hacerse un hueco en la gama baja del segmento.
Sus especificaciones son una
pantalla IPS capacitiva de 4 pulgadas con una resolución de 480 x 800 píxeles,
un Snapdragon S4 de doble núcleo a 1 gigahertz, 512 megas de RAM y 4 GB de
capacidad de almacenamiento interno.
Si su base hardware está clara y
enfocada a usuarios que dan el primer paso al móvil inteligente, más dudas
surgen de su software, con base en Android pero personalizado con una interfaz
Windows Phone que no ofrece experiencia "real" de ninguno de estos sistemas.
De hecho, sólo el 75% de las
aplicaciones serán compatibles, una de cada cuatro no podrá
portarse tan fácilmente, sino que habrá que hacer algunos ajustes.
El lanzamiento de los nuevos
Nokia X ha sido recibido con bastante alegría por parte de la prensa
especializada. Se trata de la llegada de una compañía que probablemente ha sido
la más importante de los anteriores diez años en el mundo de los teléfonos
móviles al sistema operativo más utilizado del mundo.
¿Puede Nokia X hacerse hueco en
un mercado actual tan competido? Veremos. Su llegada a regiones como
Latinoamérica está confirmada. No así a mercados como el estadounidense o
europeo.
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